Ermita ubicada en el casco urbano en la plaza que lleva su nombre. Sus orígenes la sitúan entre 1572 y 1642. Actualmente es un espacio dedicado a la realización de exposiciones por su idónea ubicación y despejada planta. No se utiliza para celebrar actos religiosos. Tan solo se celebra misa el día de San Vicente Ferrer.
En su altar se puede observar un retablo del siglo XVII, procedente de un enclave de la Ruta de Santiago, en el que aparece como figura central la imagen del preciado valenciano San Vicente Ferrer.