El Monumento de la Tartana está situado en la plaza que lleva su nombre, la Tartana se ha convertido en el símbolo de la localidad. Representa a la industria juguetera que nació en Ibi a finales del s. XIX principios del s. XX y que convirtió a Ibi en la ciudad de la ilusión de los más pequeños. La Tartana fue uno de los primeros juguetes de hojalata que se fabricaron y fueron comercializados en el municipio.